Una
práctica ancestral de persuasión y que seguro algún familiar muy cercano te la
ha comentado o quizás te has dado cuenta por ti mismo en la televisión o en lo
diarios, es ser un ejemplo a seguir. A pesar de que todo el mundo lo diga
y lo tenga en cuenta para hacer sus quehaceres muy pocas son las personas
que logran cumplir tal objetivo.
Ser
un ejemplo a seguir no es más que hacer las cosas pero sin mencionar nada, así
logras que las personas copien de manera inconsciente lo que tú haces o mejor
aún que te sigan y sean fieles admiradores tuyos.
Pero
esto no es nada fácil, lo que evita que hagamos este tipo de cosas es nuestro
orgullo, a veces somos incapaces de mantener en silencio ese éxito que tenemos o de resaltar ante alguien que nos está
yendo muy bien en una determinada situación, pues te diré algo: no siempre hay
que decir las cosas para que los demás se den cuenta del cambio que estás
teniendo o del éxito que puedes estar disfrutando en este momento.
Ya
sólo con tu fisonomía y el lenguaje corporal que denota tales emociones es más que suficiente para que alguien se fije
en tu cambio, así como también podrías mostrar lo contrario, que todo te está
saliendo mal.
Ser
un ejemplo a seguir como las personas más reconocidas a nivel mundial por haber
practicado esta técnica han sido, por ejemplo; algunos religiosos, pero eso no
indica tu capacidad para controlar esta estrategia ni tampoco que esté fuera de
tu alcance; lo reconozco, somos humanos y tendemos a equivocarnos con
frecuencia, pero nada indica que intentar aplicar la técnica de predicar con el
ejemplo sea cosa del otro mundo, para lograr esto con éxito sólo necesitas
lograr algo: saber controlarte a ti mismo.
Es
la primera regla de ser un ejemplo a seguir y así empezarás a emitir
esas energías de que sabes controlarte a ti mismo, ¿Por qué? Porque tu lenguaje
corporal se lo muestras a los demás, el lenguaje corporal es el encargado de
expresar de forma externa todo lo que está pasando por tu mundo interior.
Si
estás bien tu cuerpo lo reflejará, si estás mal los demás lo notarán. Así que
te he dado la principal idea para que empieces a predicar con el ejemplo:
aprender a controlarte a ti mismo primero, con eso ya tendrás mucho ganado y el
resto de personas te seguirán sólo por el simple hecho de haber logrado lo que
muchas otras personas consideran imposible. También te darás cuenta de que muy
poca es la gente que se encarga de practicar esto, así que serás siempre un
pionero en aplicar la estrategia.
Ser
un ejemplo a seguir es una forma extraordinaria de influenciar sobre las demás
personas, no sólo porque se sentirán apoyadas por alguien que se sabe dominar
sino porque has logrado hacer lo que a muchos le cuesta por más que lo
intentan. Atrévete a dominarte y verás cómo serás una gran arma de persuasión y
liderazgo.
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